sábado, 18 de julio de 2015

Al final del laberinto



Iniciar esta ruta, ha sido para mí como recorrer un laberinto iniciado desde el año pasado, con la emoción del recorrido y sus enigmas, pero también con las frustraciones del camino, toparse con la misma pared, es señal de que por ahí no es… agobio del primer inicio, centrado en el uso de las herramientas, aprendí muchas  de ellas, fue todo un reto aplicarlas al ámbito docente con los alumnos, pero el “tope de pared” era en la ampliación de las redes personales y profesionales. Así que había que parar, pensar y reiniciar el camino. Este año, en esta segunda vez de TRAL, salí del laberinto de las herramientas para centrarme en los lazos, en los vínculos que fortalecen las redes ya creadas: familia, amigos, diversos ámbitos profesionales, etc., y las herramientas, se aprenden en función de mejorar la calidad de la relación misma.

Aprendí cosas nuevas, si, las nuevas herramientas exploradas fueron ya “sin la presión” de tener que aprender otra más y “a ver cuándo la aplico”, sino una selección de unas pocas que en este momento me ayuden a enriquecer mi propia propuesta de intervención y mejorar la calidad de las interacciones. Ahora que estoy lejos, puedo darme cuenta también, de que es esa calidad de las interacciones lo que me ha permitido sentirme acompañada por mis propias redes familiares y profesionales y animada a continuar tejiendo redes de aprendizaje en línea, tal como es el nombre y la propuesta de TRAL.
Esto me permitió darle una "miradita" al estado actual de mis redes (excelente, bien, regular...).   pude evaluar qué cosas me ayudarían a optimizar, a mejorar la comunicación para seguir aprendiendo con los demás. Retomar el esquema de la araña en un distinto nivel (el 7 en vez del 5), fue muy significativo, puesto que se fue acercando a una propuesta concreta de intervención que no quedara en el aire sino que estuviera aterrizada significativamente en las áreas de desenvolvimiento, no solo profesional, sino además y sobretodo personal. Es ese “no sé qué, que qué se yo” que estando fuera de tu país, entre la adaptación, la nostalgia y el trabajo concreto, que te impulsa a mirar, revisar, sentir, pensar, evaluar y retomar la vida de un modo diferente. Por un lado, atesorando todo el “antes de” este haber salido a otro proyecto como es un doctorado en el extranjero y, por el otro, la pregunta “¿y ahora qué hago?”,, donde TRAL me ha posibilitado los hilos de enlace.


Por otro lado, ha sido de gran utilidad la insistencia de visitar los blogs de los compañeros, conocer y comentar sus entradas y, al final sus propuestas de intervención, me hizo revisar la mía y actualizarla, fue muy enriquecedor ver como los demás van estructurando su propuesta en base a sus actividades, siempre se nos “escapa algo” que al verlo reflejado en el esquema de alguien más uno acaba diciendo “ah! Si! También eso…!” Empieza uno a hacer recuento de aprendizajes, ideas nuevas y retos por tener en cuenta. Tejer redes es un ejercicio contínuo que espero que poco a poco se vaya haciendo con mayor naturalidad (como cuando uno aprende a andar en bici, sin miedo…)


Creo que ahora sí llegue a donde esperaba, con más tiempo, pude leer detenidamente, reflexionar los contenidos, construir nuevos significados, ampliar y profundizar mi conocimiento que me han dejado retos tales “darle cuerda” a mi pensamiento creativo en las propuestas de aprendizaje junto a otros, aprender herramientas nuevas que “refresquen” los lazos de los vínculos creados y lanzarme a crear comunidad de aprendizaje en red en todos los ámbitos en los que me desenvuelvo. Queda también la tarea de “darse tiempo” para hacer las cosas de manera diferente, aprender nuevas herramientas y para explorar y buscar nuevos lazos donde crear y compartir el conocimiento. 
Les comparto un brevísimo resumen: 

1 comentario:

  1. El laberinto tuvo salida Gaby, interesante tu reflexión y resumen final. Me encantó. ¡hasta pronto!

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