Elaborar
mi APA profesional me dio mucha luz, me di cuenta de algunas cuestiones, les
cuento: tengo casi 5 años de Guadalajara y claro, llegar aquí ha sido un
reinicio en muchos aspectos de mi vida, entre ellos el profesional, por lo que
crear nuevas redes ha sido un trayecto lento. Al ponerme a dibujar, pude
observar los actores de mi red: compañeros docentes, alumnos, otros
psicoanalistas y personas que atiendo en consulta. Cada uno de estos grupos ha
estado un poco solitario, apenas empiezan a crearse lazos entre ellos: alumnos
interesados en el psicoanálisis, personas que buscan un psicoanalista y
espacios docentes donde compartir esta pasión. Sin embargo, es curioso que
tengo más lazos con compañeros docentes que con otros psicoanalistas por
ejemplo, éste último grupo en realidad no ha sido fácil de integrar y hacer red
y, aunque hemos coincido en eventos, en seminarios, la cuestión ha sido como se
dice en mi casa “cada chango en su mecate”, más bien he conservado lazos
creados con pares en México, donde estuve antes que aquí, con psicoanalistas
incluso extranjeros y la pregunta me persigue, ¿por qué aquí los psicoanalistas
no se relacionan?, bueno, aunque sería un punto para otro tema de reflexión más
amplia, me parece que “nadie quiere compartir su mecate”, al menos esa ha sido
mi experiencia, lo que ha hecho difícil el desenvolvimiento con pares en esta
área, al grado que, luego de intentarlo varias veces, me doy cuenta que solté
esos lazos, conservando los que ya traía, si, supongo que pasé de un papel
activo a uno pasivo cuando no hubo respuesta en el intercambio.
Peor en
la docencia, creo que mi papel ha sido más activo, la red se ha ido ampliando
mejor con docentes de otras carreras donde he encontrado mayor apertura al
trabajo colaborativo y en la red. Desde que entre al ITESO he participado en
Rutas docentes y eso ha favorecido la colaboración y el intercambio, logrando
un enriquecimiento en la diversidad que si he disfrutado bastante. Entre los
alumnos, ni se diga, la relación siempre ha sido buena, los lazos se van
creando en torno a este tema de interés común de tal modo que, quien llegaba a
la clase con aversión al psicoanálisis, si no sale gustándole al menos entiende
de qué se trata sin tanto prejuicio, y quien siempre ha tenido curiosidad,
acaban más interesados aún, lo que me alegra enormemente, ya que los espacios
han sido de reflexión crítica, intercambio y colaboración.
Reflexionando
sobre lo aprendido:
Creo
que nunca había analizado la relación entre los distintos grupos en los que
interactúo de manera profesional e identificar los actores, los grupos, las
relaciones e interacciones posibles me animó a ampliar mis conexiones en red.
No sabía ni siquiera como estaba constituida mi red profesional o no lo había
pensado así, detenidamente. Me sorprendió descubrir la fragilidad de algunos
lazos y las potencialidades de otros. Tuve dificultad en localizar o vislumbrar
los APA’s de mis grupos y donde hay intersecciones, el mirar mi red como un
conjunto de grupos aislados, me “apachurró” un poco, sin embargo, este desafío
más que en papel es en la acción y no creo que sea insuperable, si las
conexiones se dan despacio, al menos que sean lazos en los que perdure el
intercambio y enriquecimiento mutuo.
Gaby,
ResponderEliminarPor lo que comentas, profesionalmente hay una especie de celo o recelo ( no se que diferencia hay) no solo en tu campo sino en casi todos. Me parece una gran oportunidad identificar como nos movemos, quienes son nodos, quienes conexiones en esta red. Pero lo más interesante de todo ésto es que a través de las tecnologías uno puede ir mucho más allá y de maneras sumamente productivas en nuestras relaciones profesionales.
Gustavo