martes, 30 de junio de 2015

Tejiendo la red

Entiendo que el hilo narrativo de TRAL tiene que ver con tejer redes, redes personales con el aprendizaje y los modos diversos de aprender, redes con personas que me ayudan aprender, con lugares y herramientas que facilitan mi aprendizaje. Imagino que está diseñado de este modo para encontrar un modo de fluir con sentido, que constituya un aprendizaje significativo, que no se olvide y se pueda continuar aplicando y renovando con el paso del tiempo.

En mi propia narrativa, ha predominado mi circunstancia actual, estar temporalmente en Madrid conservando, alimentando y renovando mis conexiones de aprendizaje. He empleado metáforas, tales como la misma de TRAL sobre tejer, donde los hilos, las conexiones, los nudos y la extensión del tejido cobra vida cuando se traspasa a las conexiones con las personas, los lugares y los modos de aprender, así como el uso de la tecnología para facilitar el aprendizaje.

Otra metáfora utilizada fue el aprender haciendo, como cuando uno aprende a nadar, “a nadar se aprende nadando”, donde perder el miedo al agua implica en este caso perder el miedo a  emplear diversas herramientas, entrar a explorar, intentar una y otra vez hasta que pueda “nadar con soltura” en la red.

También utilicé la metáfora de sembrar y utilicé el cuento del Bambú japonés para ejemplificar como el “cambio  de chip” en el aprendizaje es lento, a veces no se nota mucho, es un trabajo sobre uno mismo, hasta que empieza uno a crecer en conexiones con personas, lugares, herramientas y la red de aprendizaje se amplía.


El diseño de TRAL, me ha aportado una lógica difícil de olvidar: personas con las que aprendo y me conecto, lugares que me ayudan a aprender, herramientas que facilitan la comunicación, ampliación de mis redes personales, de las redes profesionales, la interacción entre ellas así como las estrategias para la ampliación de la red de aprendizaje, pero además de esto,  encontrar el propio ritmo, el propio estilo de aprendizaje. Me acordé de una metáfora que utilicé el año pasado, y me parece que en TRAL, la ventaja es poder encontrar el “momento propio”, como cuando aprendemos a saltar la cuerda entre muchos, contamos, nos aproximamos y “a la una, a las dos, y a las tres… a entrar a saltar”…

3 comentarios:

  1. Me encantó la metáfora con la cuerda de saltar, muy acertado. Y seguimos SALTANDO. Gracias Gaby.

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  2. Lo comparto... "Encontrar mi momento para saltar", tal parece que es la experiencia que define al TRAL. Saludos y ánimo.

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  3. Gaby:
    Como tú, estoy convencido que TRAL, no es solamente un taller para aprobar una asignatura, sino para continuar aplicándolo y renovándolo con el paso del tiempo.
    Gracias por tu hermosa reflexión.

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